Se trataba de una de las primeras obras de Francisco Castro y en ella conviven elementos de estilo racionalista, como el tratamiento de huecos y algunos paramentos con franjas horizontales, con elementos eclécticos, como los arcos sobre la entrada o las escalinatas y pérgolas en las terrazas. La estructura horizontal es de madera sobre muros de piedra pintados. Los remates del mirador central esconden cubiertas tradicionales de teja.
Posteriormente, en 1942, la vivienda fue ampliada en su parte posterior.
En su día, construcciones como ésta inundaban esta zona, conocida como Peniche. Viviendas unifamiliares que salvaban el desnivel del terreno y que en su mayoría formaban un gran conjunto arquitectónico.
En los años 60 Vigo empezó a crecer y muchas de estas viviendas fueron derribadas para construir en altura. Otras, como la que nos ocupa, se salvó pero quedó encajonada.