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domingo, 23 de febrero de 2020

Monasterio de Visitación para las Salesas Reales (1942)





Cuando estaba llegando al final de su carrera, Antonio Palacios Ramilo proyectó un gran complejo conventual encargado por la orden religiosa de las Salesas Reales.


Era 1942 cuando Palacios firmó el proyecto del Monasterio de Visitación para las Salesas Reales y la ubicación era el barrio de Teis, próxima a la calle Sanjurjo Badía.

Inicialmente proyectó un complejo con un gran patio central a partir del cual se disponían varios pabellones. El conjunto se completaba con una monumental iglesia.


Finalmente sólo se construyó el primer pabellón, que a pesar de ser una pequeña parte de lo que Palacios proyectó se ha convertido con el paso del tiempo en un edificio emblemático de Vigo.


En este edificio Palacios hace uso de toda su experiencia constructiva. Tomando como referencia el templo Votivo del Mar (en Panxón, Nigrán) o la actual sede del Ayuntamiento de Porriño, proyecta un inmueble de estilo regionalista con claras referencias historicistas.

Con una composición donde destaca la simplicidad, Palacios dota al edificio de un aire medieval haciendo uso del edificio granito sin pulir, tal como salía de la cantera.

Esta mampostería bruta impregna a toda la fachada de un aspecto rústico con gran fuerza expresiva que evoca a las antiguas fortalezas militares. Los muros del edificio se convierten así en los protagonistas de la ornamentación del edificio.


A pesar de que las piezas de piedra sin labrar son las principales protagonistas del edificio, también hay que destacar los vanos, las almenas, arcos de medio punto y contrafuertes, donde sí se aprecia el trabajo de los canteros.


Con el paso de los años se fueron construyendo edificios a ambos lados de la calle Sanjurjo Badía, por lo que el edificio se fue escondiendo entre la multitud de edificios que apenas le dejan respirar.


Después de albergar durante años a las religiosas, hoy se usa como lugar donde se ofrecen cuidados y atenciones a las personas mayores. Cabe destacar también, que la construcción de esta obra coincidió en el tiempo con la construcción de otra gran obra de Palacios, el templo de Vera Cruz en Carballiño.