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domingo, 23 de febrero de 2020

Edificio Simeón (1906-1911)




El edificio Simeón (o Almacenes Simeón) nació del proyecto para los Almacenes de Simeón García, encargado a Benito Gómez Román en 1906 y cuya licencia se solicitó en 1907.


El edificio nacía con la intención de alojar en su planta baja la casa comercial Viúda e Hijos de Simeón García, y viviendas en el resto del edifcio.


Debido a la enfermedad que contrajo el arquitecto por aquel entonces, el proyecto recayó en las manos de su hermano Manuel Gómez Román, pero como éste no tenía el título de arquitecto la firma correspondería a Benito.


Las obras de construcción del edificio durarían hasta el año 1911. El edificio está situado en la Puerta del Sol, nº 6 con esquinas a la calle Doctor Cadaval y Bajada a Príncipe. Consta de planta baja y cuatro altas, siendo la última amansardada, con curiosas buhardillas adinteladas con formas de cresta de gallo. La planta baja, de exclusivo uso comercial, destaca por su suntuosidad y su brillante trabajo de cantería.


La fachada principal del edificio, simétrica, presenta una composición ecléctica de carácter francés organizada a través de un cuerpo central terminado en una cúpula. En ella se sitúa la entrada al centro comercial a través de un hermoso soportal. Esta fachada es la que presenta una mayor carga decorativa.

Las fachadas laterales presentan también una composición ecléctica con una alternancia de vanos.


Lo más característico del edificio es la fabulosa decoración de estilo modernista (elaborada en granito). Gómez Román diseña para el edificio una abundante y variada representación de flora y fauna. Dragones, lagartos, delfines, palomas, un gallo, hiedra, rododendros, rosas, hojas de vid, acantos, hojas de roble, etc.,  están labrados de forma excepcional por la plantilla de maestros canteros y canteros del afamado contratista Antonio González Romero en granito y en blanda piedra arenisca de Novelda (Alicante).


Los elementos decorativos se sitúan sobretodo en los sobrelinteles, ménsulas, pilastras, balcones, etc.


Lo más destacable de la decoración son las palomas y formas vegetales de las pilastras, las gárgolas con formas monstruosas y el tratamiento del rostro de la mujer que aparece enmarcado en decoración vegetal en la clave del dintel del vano central del primer piso. Este rostro de una anciana con pañoleta en la cabeza, es la madre del arquitecto, que fue exculpido con sus propias manos.


El edificio destaca también por la perfecta integración de la piedra con el hierro forjado de las barandillas de los balcones. Estas formas curvilíneas del hierro en los balcones nos recuerdan al estilo Art Nouveau.


Como curiosidad destacar que el motivo esculpido en piedra que destaca en la parte alta de la fachada central es un gallo.


El edificio hace unos años salió a la palestra debido a que, con la excusa de dar mayor visibilidad a su fachada, se autorizó el derribo de un conjunto de centenarias edificaciones pétreas que formaban un bonito conjunto arquitectónico.


Cabe resaltar la terrible pérdida sufrida a su margen izquierdo con la demolición del edificio Villa de París. En su lugar se construyó un edificio de dudoso valor arquitectónico que rompía la armonía de un bonito conjunto de edificios de piedra.